Un callo es una formación de piel endurecida y engrosada. La piel de tus pies protesta de esta forma por el excesivo roce de los zapatos o por someterlos a duras pruebas, como permanecer mucho tiempo de pie.
Incluso una mala postura, usar zapatos inadecuados o no utilizar calcetines al hacer ejercicio, pueden originarte los callos.
En el caso de que padezcas diabetes, es necesario que cualquier problema con tus callos sea atendida por un podólogo: sólo un especialista sabrá como evitar una infección que puede causarte complicaciones.
El primer paso para evitar que los callos te duelan es eliminar la fricción que los produjo. ¡Despidete de tus zapatos incómodos! Recuerda que tu comodidad y salud debe de ser primero.
Hay productos especiales para consentir a tus pies y remediar el dolor que tienes en los pies, si están cansados, enrojecidos o hinchados al final del día.
Recuerda que tus pies son delicados y merecen cuidado de los expertos.
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Tecnipie.
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