El pie de atleta puede ser la enfermedad de los pies más común y que a más personas afecta.
La forma más común de adquirir esta infección es una combinación de dos factores:
- Caminar descalzo en gimnasios, regaderas comunes, albercas y otros ambientes que tengan tanto humedad como mucha gente caminando descalza.
- No secar bien nuestros pies y la excesiva sudoración; el hongo que provoca el pie de atleta ama la humedad y es a través de esta que prolifera mejor.
Lo primero que podemos hacer en contra del pie de atleta es evitarlo:
Primero que nada hay que utilizar sandalias o “chanclas” cuando caminemos en el gimnasio, la regadera del club o en las albercas; de esa manera evitaremos el contacto con las esporas del hongo que se encuentran en el piso.
La segunda forma es mantener nuestros pies bien secos y utilizar productos que nos ayuden a evitar el sudor.
Pero, ¿qué pasa cuando ya estamos contagiados?
El pie de atleta se manifiesta a manera de áreas enrojecidas que causan comezón en la zona entre los dedos de los pies; estas se pueden transformar en llagas y pasar de la comezón al dolor.
El hongo que lo produce, que lleva el muy raro nombre de Trichophyton rubrum, se alimenta de la queratina, que es una proteína que es el constituyente principal de las capas más externas de la piel y uñas.
Una vez que hemos adquirido el mal lo mejor para ello es combatirlo con productos especializados para ello además de un riguroso control tanto de la humedad (secarnos muy bien luego de bañarnos o practicar deportes acuáticos) como del sudor.
Para combatir el pie de atleta Tecnipie cuenta con una serie de productos especializados de la más alta calidad.
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