Las uñas son la parte superior y final de los dedos de pies y manos que se desarrollan como tejido duro gracias a la presencia de una proteína llamada queratina, la cual crece a partir de la raíz.
Aunque en su interior no existen terminaciones nerviosas, éstas abundan a su alrededor y aportan sensibilidad ante estímulos de presión, temperatura o golpes.
Las uñas están constituidas por diversas partes, las cuales incluyen:
* Ungueal. Zona visible y dura.
* Matriz. También denominada raíz, es la región responsable de su formación y crecimiento.
* Lecho. Superficie de la piel sobre la cual descansan las uñas.
* Repliegue supraungueal. Está constituido por un borde de piel llamado comúnmente cutícula, la cual funge como capa protectora al impedir la invasión de hongos y bacterias.
* Media luna o lúnula. Se encuentra en el punto donde nace la uña, tiene forma semicircular y color blanco.
Ahora bien, independientemente de pertenecer al sexo femenino o masculino, es fundamental dedicar cuidados a las uñas de manos y pies para no tener apariencia descuidada y prevenir los siguientes trastornos:
* Estrías. Se presentan a causa de algún daño en la raíz de las uñas, maltrato y envejecimiento.
* Golpes. Heridas o golpes son causa de diversos trastornos, como alteración en el crecimiento de las uñas o hemorragia debajo de las mismas.
* Infecciones bacterianas. Se adquieren a partir de heridas y exposición a agua contaminada; ocasionan enrojecimiento, inflamación, dolor y, en casos más graves, secreción de pus.
* Onicolosis. Con este término se describe la situación en donde la uña se desprende de su base, con lo cual se compromete su nutrición sanguínea; las causas de este problema incluyen infecciones por hongos y bacterias, alergias, golpes muy fuertes, alteraciones de la lúnula e, incluso, la aplicación excesiva de formaldehído, uno de los ingredientes que contienen ciertos productos endurecedores.
* Onicomicosis. Infección ocasionada por hongos que se alimentan de la queratina, lo que da lugar a notable debilitamiento de las uñas; asimismo, estas estructuras se pueden tornar demasiado gruesas, astilladas y de color amarillo. Afecta con mayor frecuencia a los pies debido a que se encuentran la mayor parte del tiempo en ambiente cerrado y húmedo.
* Onicosquizia. Desprendimiento por capas de las uñas generado por deshidratación de las láminas ungueales; paradójicamente, ésto ocurre al tener exposición frecuente al agua.
* Padrastros o uñeros. Fragmentos de piel, coloquialmente llamados "pellejitos", que se desprenden alrededor de la uña debido a lesiones, actividades manuales o pequeñas infecciones; la mayoría de las veces el afectado los arranca con los dedos o los muerde, acción que favorece infecciones.
* Pie de atleta. Proceso infeccioso que se manifiesta en plantas de los pies y entre los dedos, (especialmente en el tercer y cuarto espacio); produce mal olor, comezón, ardor y grietas. Cuando el hongo afecta a las uñas con frecuencia inicia su diseminación en una de ellas (especialmente si se sufrió alguna herida o golpe), pero puede extenderse a todas las demás; esto ocasiona que luzcan gruesas, deformes y amarillentas.
* Roturas. Este problema se asocia a mala alimentación o falta de minerales, como calcio y magnesio.
* Uñas enterradas. Se presentan cuando el borde de las mismas crece y lastima los tejidos próximos a la piel que la rodea, siendo más notorio y doloroso en el dedo "gordo" del pie o primer ortejo; en ocasiones se infectan.
¿Qué hacer?
En primer lugar, es fundamental seguir dieta balanceada, pues la alimentación deficiente en nutrientes se reflejará en uñas frágiles y quebradizas. Asimismo, es necesario procurar diversos cuidados para que siempre se mantengan fuertes y atractivas:
* Limarlas y cortarlas cuadradas o ligeramente ovaladas para evitar que se astillen; si se desea conservarlas largas sólo habrá que realizar la primera acción.
* Nunca cortar la cutícula, ya que esto les quita protección frente al ataque de gérmenes; solamente debe empujarse -previa aplicación de crema o líquido removedor de este tejido- de manera suave hacia atrás con ayuda de un palito de naranjo.
* Dar masaje con cremas humectantes haciendo énfasis en las puntas de los dedos; puede recurrirse a productos que hidratan la piel y fortalecen las uñas.
* Procurar no exponer las uñas a largos baños con agua muy caliente, ya que se deshidratan.
* Retirar el esmalte con quitaesmaltes que contengan sustancias emolientes, no con acetona.
* Si se acude a una estética es necesario verificar que el personal cuente con los conocimientos adecuados sobre manicure y que el material se encuentre esterilizado.
Cabe destacar que las uñas de bebés y niños requieren manejo especial, ya que estas estructuras en ellos son muy suaves y flexibles. Primero, es necesario lavarles las manos con frecuencia para evitar acumulación de gérmenes y mugre; en cuanto al corte, éste debe efectuarse con sumo cuidado cuando estén durmiendo, utilizando para ello tijeras pequeñas de punta redondeada para prevenir lesiones.
Visita Tecnipie, donde tenemos productos especializados para el cuidado de tu piel y tus uñas.
Aunque en su interior no existen terminaciones nerviosas, éstas abundan a su alrededor y aportan sensibilidad ante estímulos de presión, temperatura o golpes.
Las uñas están constituidas por diversas partes, las cuales incluyen:
* Ungueal. Zona visible y dura.
* Matriz. También denominada raíz, es la región responsable de su formación y crecimiento.
* Lecho. Superficie de la piel sobre la cual descansan las uñas.
* Repliegue supraungueal. Está constituido por un borde de piel llamado comúnmente cutícula, la cual funge como capa protectora al impedir la invasión de hongos y bacterias.
* Media luna o lúnula. Se encuentra en el punto donde nace la uña, tiene forma semicircular y color blanco.
Ahora bien, independientemente de pertenecer al sexo femenino o masculino, es fundamental dedicar cuidados a las uñas de manos y pies para no tener apariencia descuidada y prevenir los siguientes trastornos:
* Estrías. Se presentan a causa de algún daño en la raíz de las uñas, maltrato y envejecimiento.
* Golpes. Heridas o golpes son causa de diversos trastornos, como alteración en el crecimiento de las uñas o hemorragia debajo de las mismas.
* Infecciones bacterianas. Se adquieren a partir de heridas y exposición a agua contaminada; ocasionan enrojecimiento, inflamación, dolor y, en casos más graves, secreción de pus.
* Onicolosis. Con este término se describe la situación en donde la uña se desprende de su base, con lo cual se compromete su nutrición sanguínea; las causas de este problema incluyen infecciones por hongos y bacterias, alergias, golpes muy fuertes, alteraciones de la lúnula e, incluso, la aplicación excesiva de formaldehído, uno de los ingredientes que contienen ciertos productos endurecedores.
* Onicomicosis. Infección ocasionada por hongos que se alimentan de la queratina, lo que da lugar a notable debilitamiento de las uñas; asimismo, estas estructuras se pueden tornar demasiado gruesas, astilladas y de color amarillo. Afecta con mayor frecuencia a los pies debido a que se encuentran la mayor parte del tiempo en ambiente cerrado y húmedo.
* Onicosquizia. Desprendimiento por capas de las uñas generado por deshidratación de las láminas ungueales; paradójicamente, ésto ocurre al tener exposición frecuente al agua.
* Padrastros o uñeros. Fragmentos de piel, coloquialmente llamados "pellejitos", que se desprenden alrededor de la uña debido a lesiones, actividades manuales o pequeñas infecciones; la mayoría de las veces el afectado los arranca con los dedos o los muerde, acción que favorece infecciones.
* Pie de atleta. Proceso infeccioso que se manifiesta en plantas de los pies y entre los dedos, (especialmente en el tercer y cuarto espacio); produce mal olor, comezón, ardor y grietas. Cuando el hongo afecta a las uñas con frecuencia inicia su diseminación en una de ellas (especialmente si se sufrió alguna herida o golpe), pero puede extenderse a todas las demás; esto ocasiona que luzcan gruesas, deformes y amarillentas.
* Roturas. Este problema se asocia a mala alimentación o falta de minerales, como calcio y magnesio.
* Uñas enterradas. Se presentan cuando el borde de las mismas crece y lastima los tejidos próximos a la piel que la rodea, siendo más notorio y doloroso en el dedo "gordo" del pie o primer ortejo; en ocasiones se infectan.
¿Qué hacer?
En primer lugar, es fundamental seguir dieta balanceada, pues la alimentación deficiente en nutrientes se reflejará en uñas frágiles y quebradizas. Asimismo, es necesario procurar diversos cuidados para que siempre se mantengan fuertes y atractivas:
* Limarlas y cortarlas cuadradas o ligeramente ovaladas para evitar que se astillen; si se desea conservarlas largas sólo habrá que realizar la primera acción.
* Nunca cortar la cutícula, ya que esto les quita protección frente al ataque de gérmenes; solamente debe empujarse -previa aplicación de crema o líquido removedor de este tejido- de manera suave hacia atrás con ayuda de un palito de naranjo.
* Dar masaje con cremas humectantes haciendo énfasis en las puntas de los dedos; puede recurrirse a productos que hidratan la piel y fortalecen las uñas.
* Procurar no exponer las uñas a largos baños con agua muy caliente, ya que se deshidratan.
* Retirar el esmalte con quitaesmaltes que contengan sustancias emolientes, no con acetona.
* Si se acude a una estética es necesario verificar que el personal cuente con los conocimientos adecuados sobre manicure y que el material se encuentre esterilizado.
Cabe destacar que las uñas de bebés y niños requieren manejo especial, ya que estas estructuras en ellos son muy suaves y flexibles. Primero, es necesario lavarles las manos con frecuencia para evitar acumulación de gérmenes y mugre; en cuanto al corte, éste debe efectuarse con sumo cuidado cuando estén durmiendo, utilizando para ello tijeras pequeñas de punta redondeada para prevenir lesiones.
Visita Tecnipie, donde tenemos productos especializados para el cuidado de tu piel y tus uñas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario