1. Para prevenir las rozaduras o ampollas, el calzado debe de ajustarte lo mejor posible sin apretar en ningún sitio.
2. Los calcetines de algodón o de fibras sintéticas pueden proteger tus pies de la fricción contra el zapato.
3. Además de secar tus pies, debes protegerlos de la humedad que generan al desempeñarse diariamente.
4. Ponerse los calcetines sin deajar arrugas o pliegues es favorable, porque así el sudor y la humedad no se acumularán ni crearán mal olor.
5. Si al sujetar tu zapato te anudas cuidadosamente las agujetas o las hebillas, le darás un mejor soporte a tus pies, el calzado debe quedar sujeto, pero no apretado.
6. Después de caminar siempre es bueno descansar un poco: quitate los zapatos y los calcetines y deja tus pies al aire.
7. Examina tus pies con regularidad, para descubrir cualquier enrojecimiento o ampollas.
8. Si necesitas cuidados extras para la piel de tus pies no dudes en acudir con los expertos de salud podológica.
9. El agua fría puede ser buena para tus pies, es antiinflamatoria y te hará sentir mejor.
10. La mejor forma de consentir tus pies tras un día pesado es un masaje, sólo o en pareja, es una gran opción.
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